Este libro recoge una síntesis de los artículos que he ido publicando a lo largo de los últimos años. Con ellos he pretendido trasladar a los lectores mis reflexiones. Lo hago desde quien es sociólogo, leonés y leonesista. En ellos se recogen tanto temas que son de contenido específicamente leonés, como otros de un carácter más general. De algún modo, expresan lo que son mis propias inquietudes, algo que he querido compartir con el conjunto de la ciudadanía. He buscado aportar reflexiones que puedan añadir valor al debate. Lo hago desde mis propios criterios y he procurado hacerlo siempre desde el respeto (aunque no exento de crítica cuando así lo he creído oportuno). He trasladado «mi verdad» sin pretender que sea «la verdad». He de decir que no he encontrado demasiados interlocutores que pudieran entrar en ese debate contraponiendo otras opiniones. Por eso mismo, he tenido la sensación de que en lo que se refiere a los artículos del «caso leonés», aquellos que no coincidían con mis planteamientos, apostaban por el «reino de los cementerios». Es decir, habría que dejar la paz de los cementerios aun cuando no se considere que el actual marco autonómico sea el mejor.
Este libro recoge una síntesis de los artículos que he ido publicando a lo largo de los últimos años. Con ellos he pretendido trasladar a los lectores mis reflexiones. Lo hago desde quien es sociólogo, leonés y leonesista.
En ellos se recogen tanto temas que son de contenido específicamente leonés, como otros de un carácter más general. De algún modo, expresan lo que son mis propias inquietudes, algo que he querido compartir con el conjunto de la ciudadanía.
He buscado aportar reflexiones que puedan añadir valor al debate. Lo hago desde mis propios criterios y he procurado hacerlo siempre desde el respeto (aunque no exento de crítica cuando así lo he creído oportuno). He trasladado «mi verdad» sin pretender que sea «la verdad». He de decir que no he encontrado demasiados interlocutores que pudieran entrar en ese debate contraponiendo otras opiniones. Por eso mismo, he tenido la sensación de que en lo que se refiere a los artículos del «caso leonés», aquellos que no coincidían con mis planteamientos, apostaban por el «reino de los cementerios». Es decir, habría que dejar la paz de los cementerios aun cuando no se considere que el actual marco autonómico sea el mejor.
