Ramón Loureiro
Prólogo César Antonio Molina
Muchas son las cumbres alcanzadas
ya por la literatura de Ramón Loureiro.
Los Diarios son fehaciente prueba de ello.
Protagonizados por personas y lugares
con extrema añoranza vividos,
sus delicadas interpolaciones mágicas
alientan la esperanza inquebrantable
en ese eterno presente que es capaz
de dar sentido a nuestra existencia.
Biografía de Ramón Loureiro
La existencia, ahíta de tristezas y amarguras, se nos antoja carente de sentido, tanto que muchas veces no sabemos diferenciar lo real de lo imaginario. Así es la Tierra de Escandoi, Corazón de la Última de Todas las Bretañas Posibles, universo literario que Ramón Loureiro (Santa Marina de Sillobre, A Coruña, 1965) ha ido tejiendo a los largo de una serie de obras consideradas ya de culto (Morgado en 1997, O Corazón portugués en 2000, Las galeras de Normadía en 2007, León de Bretaña en 2009, El Lejano reino de la vía Láctea en 2013 y La asombrosa conquista de la Isla Ballena en 2013). Escritor, periodista y fotodocumentalista, académico de número de la Academia Auriense Mindoniense de San Rosendo, es el magistral cronista de su belleza, verdad y bondad y, con ello, de un sinnúmero de mundos y universos. Así lo han reconocido, entre otros, Miguel García-Posada, Basilio Losada, César Antonio Molina y Ángel Basanta,
Lo infinito, lo mágico, lo imaginario, lo real, lo espiritual y lo tangible se mezclan en un caos pleno de sentido en esta Última Bretaña, fruto del profundo y persuasivo convencimiento de que «más allá de la realidad material hay otra realidad distinta, hermanada con una forma superior de verdad, que es la verdad poética».
Los presentes Diarios son críticas, apuntes, recuerdos fehaciente prueba de ello, protagonizados por personas pasadas y presentes, por acontecimientos, por lugares con extrema añoranza vividos, bajo la perspectiva de una sincera amistad y veneración que el autor les profesa. «También yo, en mi soledad, escribo sin propósito alguno, contando lo que recuerdo, lo que escucho y lo que veo, lo que me permite seguir caminando y lo que me entristece, lo que creo firmemente y lo que me siento incapaz de creer por más que intente creerlo, lo que me conmueve y lo que me asombra y lo que voy fabulando, lo que me viene al pensamiento».
Todo lo que es y lo que le rodea parece ser tristeza, pues el autor «carga con la propia vida y con la de aquellos otros a quienes quiere ayudar y, en ese empeño, el mundo muy a pesar suyo, se le hace un peso ingente» (César Antonio Molina). Pero he aquí que sus delicadas interpolaciones mágicas hacen de esperanza inquebrantable en un eterno presente que es capaz de dar sentido a nuestra penosa existencia.