DOÑA LUZ ; JUANITA LA LARGA ; GENIO Y FIGURA ; MORSAMOR

DOÑA LUZ ; JUANITA LA LARGA ; GENIO Y FIGURA ; MORSAMOR

Editorial:
FUNDACIÓN JOSÉ ANTONIO DE CASTRO
Año de edición:
ISBN:
978-84-89794-86-3
Páginas:
783
Encuadernación:
CARTONÉ
Disponibilidad:
Disponible en 5 días

50,00 €



Obras incluidas

Doña Luz
Juanita la Larga
Genio y figura
Morsamor
Sinopsis
Este volumen recoge las novelas publicadas por Valera entre 1879 y 1899: cuatro novelas diferentes, pero todas expresan sus intereses y preocupaciones fundamentales. Doña Luz (1879) cierra la primera etapa narrativa del autor e inaugura un inexplicable periodo de silencio de catorce años. El asunto principal de su novelística es el amor, que presenta como la lucha entre el espíritu y la carne, entre la razón y el sentimiento o entre las ilusiones y la realidad. En Pepita Jiménez y Doña Luz, esta lucha inclina la balanza hacia el amor profano, aunque en realidad es una falsa lucha, ya que Valera considera que el amor es la principal finalidad de la existencia humana, por lo que debía ser el principal asunto de toda narración. En 1894, comienza su segunda etapa narrativa con tres cuentos y Juanita la Larga, profundo drama humano en un ambiente cotidiano andaluz, aunque sorprende su frescura y optimismo, ya que el amor triunfa y logra salvar todas las trabas y convencionalismos sociales. El carácter fuerte de Juanita, paradigma del personaje femenino de Valera, y su conciencia de la dignidad, son más poderosos que el entorno, que la presiona para impedir sus amores.

Morsamor (1899), inclasificable según Clarín, aparece en plena crisis del 98, a la que alude Valera en el prólogo. Predomina el tema literario del desengaño y el mito faústico, tan frecuente en sus obras narrativas y ensayísticas.
Sobre el autor
Aunque tardó en publicar, escribía desde sus años jóvenes y fue reconocido por la Real Academia en 1861. Su estilo clasicista refleja la influencia de los autores grecolatinos y su ideal humano es el del cortesano renacentista, al que añade tres cualidades modernas: espíritu crítico, saber enciclopédico y amor a la libertad. El modelo intelectual y social que trata de seguir en su vida y en su obra le convierte en una figura excepcional para su época. Con una curiosidad insaciable, compaginó su quehacer intelectual con los placeres de la vida y las actividades sociales y políticas, para después recoger sus impresiones en su extensa obra. Es uno de los mejores prosistas de su época con un dominio sorprendente del idioma y una riqueza de vocabulario sin parangón entre los autores realistas, sin duda, por su profundo conocimiento de los autores del Siglo de Oro, lo que genera un rasgo de su estilo: la sabia combinación de recursos cultos y castizos y una constante preocupación por la perfección idiomática. Como admirador de Cervantes, Valera se enfrenta a su personajes con una mirada irónica, pero siempre deja traslucir el cariño del creador hacia su criaturas. Esta afinidad con el autor del Quijote lo separa de los narradores realistas y del afán documentalista del Naturalismo.