A día de hoy Leopoldo María Panero es un alma en pena que vaga no se sabe muy bien por dónde, si por el limbo o por la inopia. Acaba de aterrizar en un mundo nuevo para él. Mientras se acopla le abordan algunas inquietudes, muy parecidas a las que tuvo en vida; entre otras cuestiones, le preocupa el trato que se está dando a su persona, a su figura, a su vida y obra, después de muerto. No entiende nada. Visto desde arriba, desde otra perspectiva, el mundo de los no muertos sigue siendo el mismo de siempre, de puñalada trapera. En ese tránsito hacia la nada y por cosas del azar, elige al Bonilla, un proyecto de poeta, al que le cuesta conciliar el sueño, para descargar sobre él sus preocupaciones y desacuerdos; también, con la intención de que el poetastro le sirva de vocero ante sus acólitos; aunque, ya se sabe, en lo sobrenatural luego puede ocurrir de todo. Además este libro recoge alguna perspectiva más, dentro de la subjetividad de cada uno de los autores (Alberto García-Teresa, Alex Portero, Alpasky, Ángel Guinda, Charo Fierro, David González, Sor Kampana, Elba Martínez, Eloísa Otero, Esteban Gutiérrez Gómez, Felipe Zapico, José Ángel Barrueco, Julio César Álvarez, María Ángeles Maeso, Óscar Ayala y Vicente Muñoz Álvarez) que amablemente han colaborado en él, para ofrecer otra realidad en contraposición a los diálogos surrealistas e imposibles que acontecen en las diferentes apariciones que aquí se dan.