Desde el exilio, Azucena, una anciana superviviente de la masacre de la llamada "carretera de la muerte", narra sus vivencias cuando tropas de los ejércitos italiano, alemán y franquista asesinaron a más de 5 000 civiles, al atacar por aire, mar y tierra a los más de 300 000 niños, mujeres y ancianos refugiados que huyeron de Málaga hacia Almería. El general franquista queipo de llano se dispone a tomar la ciudad y, sin armas ni apoyo del gobierno, los milicianos republicanos despertaron. Azucena relata cómo ella y Martina, la nieta de la rica propietaria de una fábrica de naranjas, se convirtieron entonces en amigas inseparables. Junto a ellas, personajes ficticios o reales, como si la autora los entrevistar a modo de documental, relatarán su experiencia: un piloto italiano que ametralló a quienes “correo”; el periodista, escritor y filósofo Arthur Koestler, condenado a muerte por queipo; el periodista canadiense que acompañó al médico Norman bethune en el Auxiliar de los refugiados; una enfermera del socorro rojo internacional que los atendido en Almería... Sus diferentes puntos de vista forman un caleidoscopio de visiones de quienes vivieron aquella catástrofe, en la narración emocionante y tierna de las niñas, pero a la vez vivaz y desgarradora de los acontecimientos, en la que lo que importa son las víctimas y su voz, sean quienes sean. Porque todas, absoluta mente todas, son iguales.