Tengo la extraña sensación de haber abordado este problema en distintas ocasiones; es posible que se relacione con otros temas que me hicieron perder la inocencia y me confirmaron que las casualidades no existen. No voy a poner el corazón al frente de mi conciencia, pero la dignidad heroica se nutre de la sensibilidad ante los desmanes. A España, hay que defenderla desde nuestra autoestima