EL HÉROE DEL CARIBE

EL HÉROE DEL CARIBE. LA ÚLTIMA BATALLA DE BLAS DE LEZO

Editorial:
ALMUZARA
Año de edición:
Materia
HISTÓRICA
ISBN:
978-84-17797-71-3
Páginas:
272
Encuadernación:
RÚSTICA
Disponibilidad:
RECÍBELO EN 72H

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El brillante historial del marino guipuzcoano Blas de Lezo, quien les había derrotado en anteriores ocasiones, debió haber prevenido a los ingleses. Pero tanta era su superioridad numérica y tan segura veían su victoria que antes de la batalla acuñaron una medalla conmemorativa de la toma de Cartagena de Indias. Penoso error. Ese puerto era la llave que abriría a la corona británica el dominio de toda América y la expulsion de los españoles. El ataque, llevado a cabo en 1741, se topa sin embargo con una defensa valiente, inteligente y eficaz, que humilló a Inglaterra y prolongó un siglo la potencia naval y territorial de España en el Atlántico. "El héroe del Caribe" Relata con vigor y detalle esa hazaña, marco histórico en el que Fernando, joven oficial destinado en la plaza y entregado al combate, y consuelo, la muchacha a quien su madre quiere casar con otro a quien no ama, conocen la pasión, el dolor y la mentira. Estas páginas, con las que Juan pérez-foncea, el celebrado autor de "los tercios no se rinden", vuelve a mostrar su maestría en la novela histórica, recogen además el peligroso enfrentamiento que tuvo lugar entre el almirante y el envidioso virrey eslava. Pese a ser la suya la victoria militar más importante en los cuatro siglos de presencia española en América, Blas de Lezo fue menospreciado por la corte, y sólo muy recientemente comienza a reivindicarse su memoria a nivel popular. Bien documentada y ambientada —el volumen incluye el diario real de Blas de Lezo sobre los hechos—, y narrada con emoción creciente —no en vano la batalla pudo cambiar su signo durante los dos meses que duro y hasta casi su conclusión—, "el héroe del Caribe" Enaltece la figura de un gran héroe olvidado de España. La clarividencia y el arrojo de Blas de Lezo, manco, tuerto y Cojo, con solo seis navíos a su disposición, conseguiría salvar a su país del mayor desembarco conocido hasta entonces, solo superado por el de Normandía, doscientos años después. Sin embargo, ni siquiera se sabe dónde está enterrado.