Nos guste o no, somos celtas. Nuestra cultura europea está salpicada por doquier de la sabiduría y filosofía mágico-religiosa de los celtas. Ahora bien, lo curioso es que los celtas, como tales, jamás existieron. Ellos no se llamaban celtas. Eran grupos, tribus, naciones, culturas,pueblos, pero no uno sólo, sino cientos.
Para griegos, romanos y bizantinos, cuna de la cultura y el refinamiento, los celtas eran poco menos que salvajes. Hombres y mujeres del norte. De zonas frías, oscuras y hostiles. Seres que habitaban tierras por humanizar... Los griegos los llamaban por igual hiperbóreos, porque vivían más allá del Boreas, el lugar donde habitaba el dios del viento... el mundo desconocido.