En este libro nos presenta el camino de una vida llena de canallas y huidas, de encuentros y borracheras. Sus versos son un coctail con nocturnidad y alevosía, que rasgan con sabor agridulce sus recuerdos y vivencias, llenas de ternura e ironía, a partes iguales.
Carlos Salem Sola (Buenos Aires, 1959) escritor argentino, reside en España desde 1988.
Ha publicado las novelas: Camino de ida (2007, Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón),
Matar y guardar la ropa (2008, Premio Novelpol a la mejor novela policial),
Pero sigo siendo el rey (2009, finalista del Premio Dashiell Hammett) y
Cracovia sin ti (2010, Premio Seseña de Novela). También los libros de relatos:
Yo también puedo escribir una jodida historia de amor (2008, finalista del Premio Setenil al mejor libro de relatos) y Yo lloré con Terminator 2. Además de los poemarios
Si dios me pide un bloody mary (2008), Orgía de andar por casa (2009) y Memorias circulares del hombre-peonza (2010).
Varias de sus novelas han sido traducidas al francés y al alemán. Es profesor del Centro de Formación de Novelistas, con sede en Madrid y dicta talleres de narrativa creativa en Madrid y Ginebra.
Mansalva, Buenos Aires, 2008.
TE HE PEDIDO AMABLEMENTE QUE TE MUERAS
Te he pedido amablemente
que te mueras
te lo he pedido de buenas maneras
pero nunca me haces caso
me acechas
al amparo de las espesas resacas
a salvo del miedo
del amor
de las erecciones matinales
y de la acidez del alma que no se calma con pastillas.
Te he pedido amablemente
que te mueras
con palabras
con hechos
alguna vez a hostias.
Pero nunca te mueres y me sigues
como un puto perro que no conoce la diferencia
entre fidelidad y lealtad.
como un maldito perro
cojo e inclinado.
No me dejas en paz ni por las noches
y hasta sospecho que te burlas de mis pasos errados
que te tiras a todas mis ex novias
que pateas cachorricos por las calles
o haces gestos obscenos cuando pasa una muchacha
viva
por la acera.
Y eso que llevo años pidiéndote
amablemente
que te mueras.
Pero tu vocación de triste fotocopia
imitación correcta de un tipo incorrecto
tu deforme cabeza
te impiden hacerme ese favor
con todo lo que dices que me quieres.
Te he pedido amablemente
que te mueras
que te disuelvas
que dejes de perseguirme con tu empeño de censor
juez
o policía
con tu espumosa estela de reproches.
Pero como llevo años pidiéndote amablemente
que te mueras
y no obedeces
he pensado en la forma de joderte.
Un día de estos
no diré cuál
ni diré cuándo
para que conozcas el terror de las vigilias
pero un día de estos voy a morirme.
Y estoy pensando en cambiar mis últimos deseos
pedir que no me quemen y me tiren al váter
como llevo años pregonando.
Tal vez
después de tantos años
pidiéndote amablemente
que te mueras
un día cualquiera
me muero yo
hago que me planten
a dos metros bajo tierra
y a ver a quién persigues entonces
jodida sombra.
MILONGA DEL SOMBRERO NEGRO
Llevo 20 años sin responder
la pregunta del dilema: volver o no volver.
Volver a dónde
volver a qué.
Si todavía albergo en la nariz sin olfato
el aire de eucalipto en diagonal
de ciertos otoños de neuquén
y en el dedo medio de la mano izquierda
me sigue quemando el asombro feliz
de la entrepierna de una muchacha inolvidable que creo
se llamaba mabel.
Volver a dónde
volver a qué.
Si aquel sombrero negro
de imposible vaquero
que me arrebató el viento el verano del 86
no ha dejado de volar
con sus alas de cuero
entre puerto madryn y esquel.
Y el nene de mofletes colorados
que escapaba de un perro negro
en una bicicleta de mujer
sueña algunas noches cuando tiene miedo
con el perro aquel.
Volver a dónde
volver a qué.
Si en córdoba hay un empedrado con las huellas de mi cara
y las viejas que vivían a la vuelta del estadio de talleres
siguen hablando de las noches en que una novia
loca
me perseguía desnudo hasta la calle
para dejarme entrar
una hora después.
Si floté en la nada de las aguas
de las termas de rio hondo
a los trece y a las dos de la mañana
y no quise dejar de flotar
desde esa vez .
Volver a dónde
volver a qué .
Si cuando me enfado digo jilipollas
pero cuando me enculo
se me escapa un pelotudo
que rescata todos los acentos olvidados
en la pe
y tengo las mismas ganas de ir al baño
que aquel día
que llegué a barajas y corrí a tirar de la cadena
para ver si lo de corilis era cierto
o sólo otra mentira de la cia.
Volver a dónde
volver a qué.
Si en ceuta sembré un hijo africano con ojos de cometa
y en melilla una hija con alas en los pies
y no supe
ni pude
quedarme a verlos crecer .
Si he nadado en tres mares
si en madrid he dormido
si soñé en marrakesh
y todos los vientos me sonaban
al viento silbador
que me enseñó a escribirme los poemas
mientras volvía andando a casa del colegio
por haberme gastado en cerveza o cigarrillos
la plata para el colectivo.
Soy el que siempre está de paso
soy el que nunca ha venido
soy ese hombre espaldas
tan ocupado en irse siempre
que nunca tiene tiempo de volver.
Volver a dónde
volver a cuándo
volver a qué.
Carlos Salem es un autor hispanoargentino, nacido en Buenos Aires, que ha dirigido diarios como El Faro de Ceuta y El Telegrama o El Faro de Melilla, y colabora con distintos medios de comunicación.
Sin embargo, su fama le viene por sus trabajos literarios, comoTe he pedido amablemente que te mueras (1986), Foto borrosa con mochila (2005) y Poemas al otro lado de la barra (2007). Su primera novela, Camino de ida (2007), fue galardonada con el Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón a la Mejor primera novela policíaca.
En 2008 publicó su segunda novela, Matar y guardar la ropa, y en 2015 su nuevo libro: Si dios me pide un bloody mary.