Los cuentos contenidos en A media voz le hacen honor a su t¡tulo. Estas historias est n narradas as¡: con una voz que se divide entre lo que el lector aprecia a simple vista en las an‚cdotas que mueven a las mismas; y una segunda parte, que permanece oculta, en las sugerencias, las evocaciones y todo eso que se esconde en lo que aparentemente no est dicho en estos relatos. Se trata de personas que no dejan ver en la autodestrucci¢n o decadencia que les caracteriza las posibles miserias, sombras y oscuridades que bullen en sus conciencias, llenas de pasi¢n, dolor, traumas, historias inconclusas y secretos. Estas sombras no solo son las habituales, como puede ser las de ese personaje de uno de los cuentos que va de viaje a Europa buscando encontrar lo que su inconstante y furtiva relaci¢n sentimental no puede darle, sino que tambi‚n se refiere a heridas m s profundas, sociales o hist¢ricas seg£n se vea, que no suelen tratarse habitualmente en la literatura local, como es el caso del peso que el Holocausto nazi tuvo sobre la cultura y las familias jud¡as, que persiste como huella en la conciencia de sus v¡ctim
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