Con sus poemas y prosa poética, Redry nos conduce a través de los monstruos a los sentimientos más universales: el amor, el odio, la desesperanza, la melancolía, la soledad, la alegría.
La primera vez que abrazas a un monstruo lo sientes, retumba dentro de ti. Sabes que lo es, como dijo una vez Marwan, «te sonríen hasta los pies».
Los monstruos nunca te van a decir que lo son. Los monstruos aparecen de la nada, donde menos te lo esperes. No se los ve venir nunca. Aparecen, se quedan para siempre, o se quedan para nunca. Son muy de atacar por sorpresa, cuando más indefenso estás, están deseando que acabes en sus brazos.No tienen nada pensado, pero piensan en ti cuando llegan y cuando se van, sí, también se van, los monstruos también huyen.
