Dejándome orientar por mis claros pensamientos; todos ellos con verdaderos objetivos para hacer el bien, debo ser pragmática. He tenido muy pocas amigas, muchas conocidas, y muchas enemigas. Y de todas ellas he aprendido algo innegable, Les doy las gracias porque sin querer me han ayudado y han conseguido que mi libro sea para mí un pequeño tesoro.
Gracias, amiga mía del alma porque me has apoyado en los momentos más desagradables, sin tus consejos, consuelos y ayudas me hubiera vuelto más loca, más callada, más triste. Y, sin embargo, actualmente estoy encantada de la vida.