El autor y padre del protagonista del libro relata en esta obra los momentos de angustia que sufrió aquel 3 de junio de 2017, pero también cuenta cómo era el joven Ignacio, de 39 años, y por qué actuó de ese modo y el día a día tras aquel terrible episodio que marcó la vida de esta familia que intenta superar su pérdida.
Joaquín Echevarría pretende con este trabajo rendir un nuevo tributo a su hijo, quien, como se recordará, ha sido condecorado a título póstumo con la medalla de San Jorge (George Medal), una distinción que otorga la reina Isabel II por actos de “gran valentía” en el país británico y que recogieron sus padres y hermano. Se trata de una distinción en la que reconocen actos de coraje llevados a cabo por 20 ciudadanos para tratar de salvar vidas, muchas de ellas durante ataques terroristas. En su caso utilizó su monopatín para enfrentarse a terroristas armados ayudando a otras personas a escapar del lugar.