Aura Montiel tiene veinticuatro años y una vida aburrida y monótona en un pueblo perdido de todo donde no hay nada que hacer. La relación con su madre es tirante, pues para ella Aura solo es una carga más en la casa: ni estudia ni trabaja. Su única distracción es ir a visitar a sus amigas: Inés, a la agencia de viajes donde trabaja, y Dania, a la que le hace algunos apaños de peluquería. Juntas salen por el pub Trolas, el único del pueblo, donde se juntan con Unai y Fede. Dania tampoco cae demasiado bien en el pueblo, pues es lesbiana y aquel es un lugar demasiado cerrado para entender esa orientación sexual.