El daño que me hiciste ha tatuado el fuego en mi piel.
Estaslíneas han servido para darme cuenta de que,
a pesar de latormenta,
he sabido poner calma para poder cerrar lasheridas.
No iba a servir de nada dejarlas abiertas.
Solo parainfectarlas de nuevo.
Las curé a tiempo
y aún así sigocurando las cicatrices que necesitan drenar
el vacío que queda enmí.
El incendio que arrasó conmigo me hizo arder,
convirtiéndome en las cenizas que ahora
no quierenapagarse.
Al menos, tan pronto.