La persistencia de los mitos en la memoria y el eco de la lengua griega en cada palabra alientan un viaje vital, sin un verdadero destino, por un mundo que acaso ya sea solo un laberinto en ruinas. Un espacio donde, de una forma u otra, siempre somos extranjeros. Con versos depurados y no exentos de sensualidad, fruto de una paciente decantación, Juan Vicente Piqueras propone al lector un poemario constantemente iniciático, donde el tiempo se cruza hasta ser solo uno, al igual que los mendigos de las obras de Aristófanes son también los mismos que deambulan por las calles de Atenas desde la crisis de 2008. Ganador del II Premio Nacional de Poesía Ciudad de Lucena Lara Cantizani, Cerezas ahonda, a través de una Grecia inmemorial, en lo que fuimos, somos y seremos.