Lo llamamos ?populismo? y eso hace que suene bien, al menos para quienes no recuerdan el pasado. ¨Por qu‚ no habr¡a de prevalecer la voluntad del pueblo sobre todo lo dem s? No cabe duda de que el resultado de una votaci¢n es la volont‚ g‚n‚rale, dijo Rousseau, creyendo haber resuelto de esta manera el problema de la no-libertad en un colectivo. Sin duda, el populismo es algo Bueno y General, ¨no? Puede que as¡ lo parezca, hasta que de pronto se nos agolpan en la cabeza vagos recuerdos de Huey Long, Juan Per¢n y Benito Mussolini. En su maravilloso libro, Jeffrey Tucker llama al populismo de derechas por su nombre, es decir, fascismo, o, en su versi¢n alemana, nacional socialismo: nazismo. Por supuesto, el t‚rmino ?fascismo? est corrompido por el uso promiscuo que ha hecho de ‚l la izquierda, y tambi‚n los nihilistas Antifa que apedrearon e insultaron en Berkeley a la polic¡a y a quienes se manifestaban pac¡ficamente tras la £ltima del presidente Trump. Tucker rescata la palabra ?fascismo? para usarla en el contexto actual. Y es justamente el t‚rmino que necesitamos, con urgencia.