El anhelo de explorar y expresar lo inefable encuentra en la poesía una forma de mirar la vida. Tal vez porque, en su capacidad de hacerse silencio o totalidad de significados, la poesía deja espacio a todo lo que aparece, a todo lo que quiere mostrarse, para que pueda ser y decirse a su modo, sin límites prefijados.
Así, dejando espacio, la palabra poética se hace capaz de expresar la comprensión que se regala. A través de estos poemas, transitamos la experiencia de ver, aceptar y amar la vida con los ojos del misterio y la contemplación. ¿Son tres pasos en el proceso humano o tan solo tres formas de hablar de lo mismo con diferentes matices?
Estos versos se adentran en la belleza y la hondura de lo cotidiano con la transparencia de la palabra casi recién amanecida y, desde esa honestidad, muestran el sabor, el color y el aroma de la vida que se va desvelando a la luz de la Comprensión.