Los ensayos reunidos en Cuestiones disputadas giran en torno a un problema central: el cambiante estatuto de las ciencias sociales y del an lisis hist¢rico. El problema se estudia desde ngulos diferentes, pero complementarios: la defensa del pluralismo te¢rico y, por lo tanto, la desconfianza de la ?Gran Teor¡a?; la insistencia en que no resulta aconsejable separar las dimensiones emp¡ricas y te¢ricas de los problemas que analizan las ciencias de la sociedad; y el clamor permanente porque las ciencias sociales ?incluida la Historia? dialoguen de manera permanente, y que lo hagan tambi‚n con la filosof¡a y el arte, sin ning£n tipo de servidumbre. La forma de lectura concentrada de los textos que hemos puesto en pr ctica en estos ensayos, forma que a veces puede parecer pesada y puntillosa, tiene una sola explicaci¢n: tratar de volver a la lectura intensa, cuidadosa y de ser posible silenciosa en la educaci¢n universitaria. Nietzsche fue uno de los autores que m s insisti¢ en esta idea, que condensaba en una imagen, cuando hablaba de la lectura como rumia. Para m¡ el asunto se concreta en la exigencia de llev