«¿Pasa algo si mi hijo se come el barro?»
Esa es solo una de las muchas preguntas con las que padres de todo el mundo bombardean cada semana a los autores Jack Gilbert y Rob night. Les dicen, por ejemplo: «Mi hija de dos años tiene cada dos por tres infecciones de oídos. ¿Debería darle antibióticos? ¿O probióticos?» o «Me han dicho que el asma de mi hijo ha sido causado por una falta de exposición microbiana. ¿Es verdad? En ese caso, ¿qué puedo hacer ahora?».
Si buscas estas preguntas en internet, lo más probable es que te veas superado, porque hay muchas conjeturas y desinformación con respecto a los riesgos y beneficios de aquello que los padres piensan que son solo gérmenes.