DAYELIN OTERO RODRÍGUEZ, MAYLIN ESCOBAR PÉREZ UND REY ALBERTO BERNAL ECOBAR
La alimentación del niño durante los primeros años de vida, tiene una repercusión importante en la salud durante la adolescencia y adultez. La desnutrición proteico energética (DPE) es un estado específico anormal, sistémico y potencialmente reversible, que se origina como resultado de la deficiente utilización, por las células del organismo de los nutrientes esenciales; se acompaña de diversas manifestaciones clínicas de acuerdo con los factores ecológicos y presenta distintos grados de intensidad y evolutividad, lo que le confiere el carácter de complejo sindrómico. Está condicionada por varios factores de riesgo y su alta prevalencia en una comunidad está ligada al subdesarrollo económico y tecnológico, a la injusticia social, a la incultura y al analfabetismo. El reconocimiento de la nutrición como un pilar básico para el desarrollo social y económico colocó a la malnutrición infantil dentro de los principales objetivos de trabajo para este milenio para “erradicar la pobreza extrema y el hambre”. La malnutrición infantil es internacionalmente reconocida como un importante problema de salud y han sido bien establecidos sus efectos devastadores en el desarrollo humano.