La aparición del cadáver de una joven en el portal de un edificio de apartamentos es comunicada a la policía por uno de los vecinos. El examen visual del cuerpo presupone a los policías que el fallecimiento pudiera deberse a causas naturales. Sin embargo, el contenido de una nota con una clara amenaza: la muerte de otras jóvenes quinceañeras que aparecen en la foto dejada junto a nota y también la letra Q torneada en madera, inicial del nombre de la joven fallecida, traerán en jaque a los miembros de la División de Investigación afectos a la Comisaría del Distrito de Manhattan. Quienes en principio suponen pudiera tratarse de un nuevo asesino en serie. Pero no será el único caso. Otros delitos cometidos en el devenir de los días se acumularán al trabajo de los investigadores policiales.