En el año 1887, en que D. Ignacio Fernández Flórez escribió este libro, se habían realizado, y se estaban realizando, grandes cambios en las instalaciones navales e infraestructura de los medios de construcción y mantenimiento de los buques de guerra en España.
Tras el repunte de la construcción naval durante los años cincuenta y sesenta del siglo XIX, en los que se instaló la primera fábrica de máquinas de vapor en el Arsenal de Ferrol y se construyó una considerable serie de cañoneros y fragatas de hélice y blindadas, todos ellos buques de madera, se produjo una parada en la actividad de los arsenales y astilleros después de la campaña del Callao y "La Gloriosa".
Entretanto se había generalizado en el mundo la utilización de buques de hierro. En 1878 el ministro Pavía pensó en dotar a Ferrol, como el más importante de los tres Astilleros peninsulares, de los medios y herramientas necesarios para ponerse al nivel que los tiempos requerían.
A medida que los recursos del Tesoro lo permitieron se sdquirieron en el extranjero gran número de herramientas y se le dio a la Maestranza, destinada antes a trabajar en la construcción de buques de madera, la necesaria enseñanza para hacerlo en la de los de hierro.
Este trabajo, en el que se trasluce el encendido amor a la Marina de D. Ignacio Fernández Flórez (1850-1898?), teniente de navío y profesor de química en la Escuela Naval flotante en el momento de publicación de este libro, resulta imprescindible para conocer una época de las varias en que Ferrol tuvo un claro resurgimiento industrial. Algunos de los métodos de trabajo del personal del Astillero, con las lógicas variantes, todavía se utilizaban hace poco en las instalaciones de Ferrol.
Autor: Fernández Flórez, Ignacio
Colección: Fora de colección
Formato: 15,5x24 cm
Edición: 2004
Idioma: castelán
Páxinas: 52
Encuadernación: cartoné
ISBN: 84-95460-37-8
No ano 1887, no que o autor escribiu este libro, se realizaran, e estaban realizándose, grandes cambios nas instalaciónes navais e infraestructura dos medios de construción e mantemento dos buques de guerra en España. En 1878 o ministro Pavía pensou en dotar a Ferrol, como o máis importante dos estaleiros peninsulares, dos medios e ferramentas necesarios para poñerse ao nivel que os tempos requirían. Fóronse adquirindo no estranxeiro gran número de ferramentas e déuselle á Maestranza, destinada antes a traballar na construción de buques de madeira, a necesaria ensinanza para facelo nos de ferro.
