EL MONASTERIO DE SAN JUAN DE CAAVEIRO

EL MONASTERIO DE SAN JUAN DE CAAVEIRO. SAN JUAN DE CAAVEIRO FERROL

Editorial:
DEPUTACION DA CORUÑA
Año de edición:
ISBN:
978-84-95335-01-2
Páginas:
401
Encuadernación:
Rústica
Colección:
DIPUTACORUÑA
Disponibilidad:
Disponible en 5 días

25,00 €

Los orígenes del monasterio de Caaveiro, como los de otros muchos monasterios, son inciertos. En todo caso estos orígenes parecen estar unidos a S. Rosendo, figura destacada de la Galicia medieval del siglo X: fue virrey, obispo de Mondoñedo e Iria y fundador del monasterio de Celanova. Los datos de que disponemos apuntan a un resurgimiento del cenobio, a finales del siglo IX, como resultado del agrupamiento de anacoretas o eremitas que hacían vida santa por estar tierras, difícil sería encontrar un lugar tan apartado. El papel de S. Rosendo, que debió aprovechar también el cenobio como centro de retiro, es el de garantizar su supervivencia con una importante donación, en torno al 938, de la mayor parte de las tierras cultivables a la derecha del Eume, situadas en las feligresías de la Capela, Cabalar, Soaserra, S. Braulio de Caaveiro, Goente y S. Pedro de Eume. El Recuerdo de S. Rosendo se va a mantener a lo largo de la historia del monasterio en la documentación, en alguna leyenda y en las reliquias que van a sobrevivir a su desaparición: en concreto una casulla y un cáliz., que están en un relicario en la Iglesia de las Nieves, en la Capela. Como otros muchos monasterios, a lo largo de los siglos XI, XII y XIII, se va a enriquecer con donaciones particulares, entre ellas las de la llamada familia Traba, y privilegios reales (privilegios de Alfonso VII, Fernando II y III), que delimitan un coto que se extendía por 17 feligresías, a la derecha del Eume, entre Cabañas y As Pontes. Coincide esta etapa con su conversión de monasterio benedictino en monasterio de Canónigos regulares de S. Agustín, bajo la congregación de S. Rufo, hecho que se produce con anterioridad a 1092, y el retiro del obispo mindoniense Pedro, de cuya presencia arranca seguramente su condición de colegiata. Superada la crisis bajomedieval, no sin traumas, la existencia del monasterio se prolonga hasta finales del siglo XVIII. Esta fase está marcada por el restablecimiento de la regla, a finales del siglo XVI, por parte del prior Roa de Ávila, y por el enfrentamiento con el Arzobispado de Santiago que reclamaba el derecho a visitar el monasterio. Fase, en todo caso, a lo largo de la cual el monasterio vive momentos de esplendor, como lo atestigua la magnifica torre barroca. Esta torre es el canto del cisne. El monasterio se abandona entre 1762 y 1769 y la Colegiata es suprimida en el 1800. Desde esta supresión las dependencias del monasterio, al cuidado de un casero, se deterioran progresivamente. A finales del siglo XIX, un vecino de Pontedeume, Pío García Espinosa, que había comprado buena parte de las tierras que lo rodean, consigue la autorización del Arzobispo de Santiago para restaurarlo. Don Pío derriba la casa delantera y la iglesia prioral, construye un pabellón almenado y reconstruye la capilla de Sta. Isabel. Los restos artísticos más sobresalientes son románicos (ábside y muro nororiental, del siglo XII), barrocos (torre- campanario de 1750) y neorrománicos (portada de la iglesia, de finales del siglo XIX). archicompostela.org EL MONASTERIO DE SAN JUAN DE CAAVEIRO Más vistas Detalles SAN JUAN DE CAAVEIRO FERROL El monasterio de San Juan de Caaveiro Castro Álvarez, Carlos de Editorial Diputación Provincial de A Coruña. Imprenta Provincial Materia Comunidades y monacatos cristianos Historia de la Iglesia Edificios religiosos