El torturador se desarrolla en un pa¡s latinoamericano ficticio ?mezcla de M‚xico y Uruguay?, cuyo personaje central, Escipi¢n Carrasco, simboliza a aquellos que operan en funci¢n del poder pol¡tico en el degradado mbito de la tortura. El relato es tambi‚n una cr¡tica a las debilidades de la democracia formal y a los reg¡menes autoritarios, represivos o dictatoriales que a£n existen en nuestro continente, al amparo de una expl¡cita presencia imperial.