La lectura continuada de este libro suele producir en el lector deseos extra¤os de mundos azules, imposibles de pintar con los colores del arco¡ris. Otro efecto para el lector asiduo es, que tiene la sensaci¢n real y la realidad sensacional ®del v‚rtigo por la eternidad¯ que f cilmente se puede adivinar al asomarse al pozo de los recuerdos y contemplar en sus aguas l¡mpidas el cielo azul con nubes blancas bailando al ritmo del universo en expansi¢n. El lector tendr la oportunidad de dejarse caer en una sublime puesta de sol, de una sinfon¡a de colores al atardecer de un d¡a cualquiera, en un cielo rasgado de nubes. Aprender a subir y navegar sobre una nube, de algod¢n blanco y mu¤ido, en las alas de la ilusi¢n y la fantas¡a como Heidi en las monta¤as nevadas de los Alpes suizos. Sencillamente es? El V‚rtigo de la eternidad!