¿Puedes encontrarte a ti mismo en plena naturaleza, observando el mar, las estrellas y las flores que adornan los jardines? ¿Es posible plasmar las emociones interiores en versos a flor de piel?En esta obra la autora evoca todo un mundo emocional que nos lleva a conectar con nuestro yo más profundo, hacernos reflexionar e intentar establecer unas nuevas relaciones más respetuosas con nuestro entorno natural, así como social para la mejora de nuestra condición humana.El dulce sonido de las olas del mar, el rugido ensordecedor del viento entre los árboles, las estrellas del cielo y la luna que alumbran las sombras de la noche oscura, el estallido de colores de los pétalos de las flores y su dulce olor, todo esto se puede sentir leyendo los apasionados versos de esta obra.Después de ahondar en el mundo interior, la obra se completa con el carácter social deuna encendida defensa de la infancia, víctima de la injusticia de la sociedad que excluye desde pequeños a niños por su pobreza, por sus capacidades o por su origen étnico. Todos hemos sido niños alguna vez, aunque no lo recordemos en nuestra vida de adultos
