En un tono apocal¡ptico el poeta, a modo de profeta, anuncia la devastaci¢n. No escapa a su suerte, pero deja una herencia (su recorrido vital) que permitir al poeta del futuro asistir al nacimiento de una nueva lengua capaz de fundar el mundo. Antonio Tello ha llevado la escritura po‚tica hasta los l¡mites m s extremos para rescatar a modo de ®hilachas¯ en el tiempo, las visiones de un mundo y una lengua que se desintegran inevitablemente y ante lo cual nada puede hacer el poeta salvo asistir al desastre. En esta narraci¢n son ineludibles las referencias a las escrituras sagradas (como a la Biblia, Enuma Elis, Popol Vuh, etc.), as¡ como a textos antiguos, entre ellos La Iliada y La Odisea, a modo de soporte de una tradici¢n oral que conforma el relato de la historia de la humanidad. De aqu¡ que en el poema est‚n presentes tragedias, aunque no siempre de modo expl¡cito, como las de las guerras floridas mesoamericanas, el Holocausto y los muertos y desaparecidos de las dictaduras latinoamericanas. Tambi‚n las grandes matanzas de µfrica o del Sudeste asi tico del siglo XX, la radical explotaci¢n del hombre
