Si alguna vez has comparado tu vida con un desierto y no lograsarmonizar lo que te sucede en tu día a día con la existencia de unDios bueno que vela por ti te invito a leer este libro.
Aquí no hablo de religión, sino de las vivencias de personas como tú y comoyo que encontraron sentido a todas las cosas y que, además, en esedesierto, conocieron un poco más a ese Dios en el cual creían, pueseste se les reveló justamente allí.
La vida en este mundo,rodeada o no de comodidades y adelantos tecnológicos, puede ser undesierto para el alma, pues nadie está exento de atravesar momentosduros, solitarios y áridos.
Aquí no te hablaré de fórmulas, nide fantasías. Son los testimonios de personas corrientes que salieronfortalecidos del desierto en el que se encontraban debido a que alatravesar «el valle de lágrimas lo cambiaron en fuente cuando lalluvia llenó los estanques».