Esta es la historia de Ana y Mario. También es su historia de amor. Y también la de la novela que está escribiendo Mario.
En apariencia tan intimista como el diálogo entre dos amantes, o una obra de teatro en la que solo hubiera dos personajes, Firmamento se multiplica en cada página, creando un universo, el de Ana y Mario, el de su romance tímido y ardiente, extremadamente inteligente y de una inocencia desoladora y absolutamente audaz.