El protagonista de Hermosos perdedores solo ha amado a tres personas en su vida, y las tres están muertas. Estableciendo un tórrido pero también sofocante triángulo pasional, Leonard Cohen retrata la red de una obsesión amorosa que orbita alrededor de la
personalidad de Catherine Takakwitha, una santa del siglo xvii. Ensamblando con inaudita facilidad diálogos absurdos y escenas surreales con los más bellos fragmentos líricos, esta es una espléndida obra que utiliza la sensualidad como el mejor puente para acceder a la sabiduría.