HERNÁNDEZ MOLINA, ISABEL MARÍA
Esta obra recoge un grupo de relatos. No hay conexi¢n entre ellos, sin embargo constituyen piezas de un mismo puzle. Simplemente dan respuesta a las palabras de la autora: ®Escribir da sentido a la vida. Viajar a trav‚s de la creaci¢n resuelve numerosos enigmas del alma. Da felicidad y lo m s valioso, la libertad¯. Re£ne historias, reflexiones, juegos creativos? para contar y, sobre todo, para hacer un gui¤o a la existencia. Encontramos expresiones como: ®Qui‚n dice que son los mayores los que ense¤an y que no se aprende solo? Un solo h lito de vida y todo surge? La felicidad es un cuenco de frutas, una manta gruesa de lana con templanza de relente, meter las manos en tierra h£meda, escarbar en ella hasta que todo se vuelve sencillo? Crec¡amos y en nuestros corazones, se iban filtrando ant¡dotos de ingenuidad infantil? Desconozco todas las cosas, ni siquiera s‚ por qu‚ sigo aqu¡. Pero de una cosa estoy seguro: Dios es una mujer? Hay ventanas para mirar afuera y las hay para mirar adentro?ÿBenditos p jaros sin penas de amor!... El ser humano es un aliento sem ntico, de emociones y sue¤os? Darse cuenta que la