En definitiva, el lector se encuentra frente a una obra colosal que por estar en formato divulgativo no carece de ningún mérito; por el contrario, este aspecto agiganta la figura de Henry Hazlitt como idóneo economista y eximo escritor.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información