No parece que actualmente España tenga una política exterior, sino que va a remolque de los intereses de otras potencias”.
PORTADA_LETRASFGR: Usted señala en su libro que la transformación del CESID en CNI lo único que hizo es consolidar los servicios de Inteligencia como policía política del régimen ¿podría exponernos esta cuestión con cierto detenimiento?
DC: La transformación del CESID en CNI fue más que nada cosmética, para desvincular al Servicio de Inteligencia de los escándalos en los que se había visto inmerso: 23 – F, escuchas, GAL…No se produjo una reforma realmente profunda, ni en su organización funcional ni tampoco en relación con el control que debe ejercer la soberanía nacional. Dicho control es inexistente por el bloqueo que han efectuado todos los gobiernos del régimen actual.
Si la Inteligencia de una nación no está controlada por la soberanía nacional, otros lo harán, como el Gobierno o la Casa Real. La consecuencia inmediata será la defensa de los intereses del partido en el poder o de la familia que ocupa el trono en lugar de atender el interés general, lo que supone una desviación en los fines de esta institución.
FGR: La España otorgada data del 2005, al comienzo de la etapa de gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Durante esta fase de ocho años, ¿hubo alguna reforma positiva que paliara las deficiencias que usted ha señalado con anterioridad, siguió todo igual, o todo empeoró?
DC: A nivel funcional considero que empeoró con ZP, la persona que se puso al frente de la Casa no tenía el nivel adecuado ni intelectual ni éticamente. Se intentó desde Moncloa desvirtuar la Inteligencia sobre ETA para satisfacer los deseos presidenciales, hubo una cascada de ceses de directivos que no estaban dispuestos a variar sus análisis por el medro personal: un ejemplo gratificante.
FGR: Cotejando nuestra legislación con la de otros países del área democrática como Inglaterra, Alemania, Francia o los Estados Unidos de América ¿en qué medida la ciudadanía puede informarse de manera correcta e institucional sobre la actividad de lo que muchos consideran un estado dentro del Estado?
DC: Ninguna. Lamentablemente el CNI no está estructurado de forma que pueda decirse que es una institución homologable con las existentes en los países aliados. Tampoco cumple las recomendaciones del Consejo de Europa respecto al control que debe ejercerse sobre los servicios de seguridad, sobre la limitación de los derechos individuales. Finalmente, el Defensor del Pueblo, en su informe al Congreso de los Diputados de 1995 hacía un llamamiento a las Cortes Generales para que estudiara, valorara y aprobara una nueva regulación de los secretos oficiales “en la que se tengan en cuenta los derechos y principios proclamados en la Constitución de 1978”.
FGR: ¿Qué impacto puede tener la primavera árabe sobre la política exterior española?
DC: No parece que actualmente España tenga una política exterior, va a remolque de los intereses de otras potencias. La primavera árabe es un eufemismo y cuya utilización hacia la opinión pública esconde determinados intereses no precisamente primaverales. Creo que a España le interesa impulsar la cooperación en el Magreb, no el poder hegemónico ni el neocolonialismo.
FGR: ¿El deterioro de la imagen del Jefe del Estado, vehiculado por los mismos medios de comunicación que en el pasado le ensalzaron como mito, responde a una estrategia informativa honesta o no es otra cosa que un intento de la Oligarquía para salvar la cara sacrificando ficha?
DC: No lo sé, lo que parece bastante claro es que su actual situación se la ha ganado él solito. Si de algo no puede quejarse el monarca es del apoyo recibido desde todos los sectores. Creo que muchos españoles deseábamos un comportamiento político diferente, más digno.
FGR:¿Está escribiendo algo ahora?
DC: Sólo artículos
* Diego Camacho es coautor con Fernando Muniesa de: La España otorgada. Servicios de Inteligencia y Estado de Derecho. (Anroart Ediciones. Las Palmas de Gran Canaria, 2005)
elpuso.es
