Jalisco ilustra la heterogeneidad de tiempos, movimientos, hechos y sucedidos en que transcurre la Revolución mexicana, así como el desarrollo del capitalismo, cuya expresión regional le imprime al proceso matices que escapan a la paleta de la historia nacional. Uno de ellos revela que el estado occidental de México desempeña el papel de abastecedor de mercancías para otras regiones mayormente envueltas en el conflicto; otro, que la entidad sirve de laboratorio en el que se enfrentan dos maneras distintas de concebir aquella ruta económica. Una es la sostenida por los terratenientes del estado y, aunque no lo expresen con el mismo grado de vehemencia, por los comerciantes más acaudalados. La otra es la que promueven e impulsan los ganadores de la lucha armada, el grupo de los sonorenses, cuyo representante en Jalisco es el Gobernador y Comandante Militar del Estado, Manuel M. Diéguez.
