“La marcha del silencio” se inserta en los debates en torno a la inseguridad ciudadana, tema relegado por las ciencias sociales y eje de importantes disputas simbólicas y políticas. Específicamente se centra en la ciudad de Azul, abordando la crisis de seguridad allí acaecida en 2007. Esta crisis fue disparada por el asesinato de un joven estudiante y materializada en una marcha sin precedentes protagonizada por miles de vecinos/as. Simultáneamente se analizan otras acciones colectivas ligadas al reclamo por seguridad llevadas a cabo en la ciudad que sirven de marco y ayudan a entender la crisis. Por último, se consideran las repercusiones en la arena institucional provocada por los acontecimientos. El autor pone énfasis en los sentidos puestos en juego en aquellos días intensos de 2007, sin dejar de tener en cuenta que el contexto en el que la crisis tiene lugar es una ciudad pequeña del interior, con lógicas que distan de la de los grandes centros urbanos y en medio de disputas en torno a la noción de ciudadanía. “La marcha del silencio” resulta relevante en tanto permite pensar a la seguridad en una situación concreta, abriendo preguntas para pensar y comparar con otros casos.
