¿De qué hablaría un libro que alude a una ciencia esotérica, a sus entreveros y corrientes? ¿Podría ser que en él se tematizaran otras cosas? ¿Se hablará de Historia, Política, Materialismo crítico, e inclusive, de un autosociopsicioanálisis a lo Bourdieu, con los ribetes de lo semiósico y de los estudios de Análisis del Discurso? ¿Podría una obra ser un anti libro y en las referencias bibliográficas de un apartado peculiar, poseer dos estratos; uno, que enumerase los textos consultados y otro, el del atardecer, término, ocaso de un Ángel, de muchos? No lo sé; de veras, no lo sé. Lo que conozco relativamente, es que no podría dejar la escritura, como en mi niñez y adolescencia, no podía abandonar las acuarelas, la pintura, que me acompañaban y le daban los colores, los matices de los que carecía mi frágil suspirar. Hoy reviso un libro que fue esparcido de forma digital, a fin de que el papel le dé la musicalidad, cuya ausencia lo volvía imperfecto, para que tal vez, haya mejorado sustancialmente. Habrá que arriesgarse a su apertura; encontrarán distintos poemas... Quizá no sea demasiado; no obstante, esas imperfecciones tornan a este palimp–s(c)esto, otro hojaldre.
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