España es un país en el que está en debate el tema de la memoria histórica. Una sociedad dividida es testigo de los juicios bajo los cuales se acusa al juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo. Miles de personas se manifiestan a su favor, pidiendo que se haga justicia por delitos cometidos durante el régimen dictatorial del Caudillo, Francisco Franco, mientras que otros tantos acusan y persiguen a todo aquel que intente desenterrar el pasado, sin querer pensar sobre lo que se ha heredado de aquellos tiempos. Ante este panorama, en el que las memorias de vencedores y vencidos permanecen enfrentadas, resulta interesante voltear la mirada hacia los objetos culturales, entre ellos el cine, generados en la época, pues mucho del arte generado durante el franquismo, tendrá en él una gran carga ideológica de las facciones que se enfrentaban, y que se encuentran hoy, en disputa. Así, las películas de Carlos Saura, son un testimonio vivo de aspectos que tenían lugar en la España de Franco, que representan a la sociedad española de la época desde una mirada que exige al espectador una inmersión más profunda que la de la propia narración.
