En estas páginas se relatan sus primeros cincuenta años de vida, que transcurren entre la última década del siglo xix y el final de la Guerra Civil, en los barrios bajos de un Madrid en plena transformación y foco de atracción de gentes de diversos lugares del país.
Por la tradición anarquista de su familia materna se forma en unos principios poco habituales en las mujeres de su época. Entre ellos destaca el convencimiento de ser dueña de sí misma, por lo que no va a permitir que nadie, sea hombre o mujer, coarte su libertad.