Santa Cruz de Tenerife, 20 mar (EFE).- El escritor tinerfeño Alberto Vázquez Figueroa narra en su nueva novela, "Los bisontes de Altamira", las aventuras de un joven en la Península Ibérica de hace 15.000 años, cuando convierte una simple cueva en el más asombroso escenario de arte y talento creativo del ser humano.
El protagonista es "Ansoc" y la acción transcurre en la cornisa cantábrica, cuando los "ghámanas" se establecían en las cuevas naturales de las montañas, indica en un comunicado Editorial Kolima, que publica la obra.
Habían aprendido a sobrevivir con lo que les proporcionaba el mar y con las hierbas y pequeños animales que les brindaban los bosques y los bisontes, los animales más preciados por su carne y su piel, habían elegido otras rutas y hacía ya tiempo que no pastaban por allí, añade.
Para los ghámana los bisontes eran casi semidioses de los que sus padres y abuelos hablaban como si constituyeran el remedio a todos los males y su leche la panacea que curaba las más crueles enfermedades.
Cuando el clan consideró que tenían la edad suficiente, Ansoc y su primo Mungo fueron enviados en busca de bisontes para intentar atraparlos, señala Kolima.
Alberto Vázquez-Figueroa detalla el viaje de estos jóvenes en una Península Ibérica de hace 150 siglos, desde las montañas cantábricas a la meseta castellana y llega incluso al Mar Mediterráneo.
Esta es una historia sobre el talento innato y el despertar de la creatividad en el ser humano reflejada en el joven Ansoc, que pasará a la Historia como el primer genio de la Historia del Arte, añade.
El prólogo de "Los bisontes de Altamira" está escrito por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y en él destaca que “miles de años después, artistas de todos los estilos y procedencias siguen volviendo sus ojos con admiración a esa cueva y a ese creador, que inspiró las reveladoras palabras atribuidas a Pablo Picasso: ‘desde Altamira todo es decadencia’.
"Los bisontes de Altamira" saldrá a la venta a finales de abril y será presentado a lo largo de mayo en Santander y en Madrid. EFE
Más noticias