Hubo un tiempo en el cual yo respiraba el mismo aire,
deseoso de estar vagando tan cerca de tu gran ser,
rozando mis manos tu piel hasta el amanecer,
sin darme cuenta de que generaba tu desaire.
Las noches compartidas que alegre resistiré
nos sonreímos juntos cara a cara a más no poder,
porque disfrutamos en la cama al anochecer;
eso pensé equivocado, y por eso me inspiré.
Y no me arrepiento de haber vivido contigo,
de hacer locuras en todas las posiciones,
tocando tus pechos, observando tus curvas, sigo.
En mis recuerdos, cuando veo tus labios, consigo
recordar todo lo que vivimos juntos por montones;
espero que regreses a mis brazos, conmigo.