A pesar de que Simon ha sido proclamado como ‘el elegido’ todos concuerdan que fue el peor posible. La mitad del tiempo no puede hacer funcionar su varita y la otra mitad enciende algo en llamas. Su mentor lo evita, su novia lo dejó, y hay un monstruo come gente vistiendo su cara. Es su último año en en Watford School of Magicks y su némesis ni siquiera se molestó en presentarse.