Delia Moss no sabe muy bien en qué se ha equivocado.
Tiene una vida segura y tranquila: un novio con el que lleva diez años viviendo, un trabajo estable, un perro y una casa. Así que lo siguiente es... casarse. Y le pide matrimonio a Paul, esperando que el entusiasmo brille en sus ojos y que aquel sea un momento memorable... Y lo será, pero no por lo que ella esperaba. Resulta que, el muy desgraciado, se está acostando con otra... ¡que casi tiene diez años menos que ella! ¿Habrá sido culpa suya?
Y para empeorar las cosas, su trabajo en el Ayuntamiento va de mal en peor. Un maldito topo informático que se hace llamar Chile Picante lo está poniendo todo patas arriba. Claro, eso también parece ser culpa suya, según su jefe, no está a lo que tiene que estar y no se le da bien trabajar en equipo... y acaba despidiéndose.
Como ya no le queda nada que perder, Delia decide mudarse a Londres y rehacer su vida. La distancia siempre ayuda. Pero la vida en la gran ciudad tampoco será fácil: Paul no dejará de llamarla, diciendo que todo ha sido un error, y en su nuevo trabajo resulta que ha ido a parar con un jefe con pocos escrúpulos para quien el fin, por dudoso que sea, siempre justifica los medios.
Y luego está ese dichoso periodista, Adam, atractivo, enervante e irreverente, que quiere que la pongan de patitas en la calle «por su propio bien».
Por Dios, ¿en qué se ha equivocado en la vida? ¿Y si vuelve con su antiguo novio? ¿Y si no...?
No es por mí, es por ti es una divertida comedia que nos hace pensar en las preguntas que nos planteamos cuando, llegado un momento, nuestra vida se pone patas arriba: ¿vuelvo a lo que tenía o intento crear algo nuevo?
