En Colombia, la novela de la vieja y de la nueva violencia permite inventariar un importante n£mero de autores que nos han mostrado las terribles (y casi que eternas) fisuras de nuestra sociedad inmersa en sangrientos conflictos que la desmiembran, que le incineran la piel y le impiden acceder a unas relaciones pol¡ticas, sociales, econ¢micas y culturales signadas por la justicia, la dignidad, el respeto a la vida y a los derechos de todos. Desde comienzos del siglo XX la literatura ha recogido como tema los diferentes rostros de la violencia y la ha descrito, la ha develado; ha mostrado su estructura infame, enquistada en el querer de unas clases dominantes que jam s han querido dar pabilo a una real concordia y a un tangible estado de derecho. Entre esas novelas que han denun-ciado el tr gico conflicto con lenguajes diversos, figuran las de Jos‚ Eustasio Ri-vera, Osorio Lizarazo, Jorge Zalamea Borda, Manuel Mej¡a Vallejo, Eduardo Ca-ballero Calder¢n, Manuel Zapata Olivella, µlvaro Cepeda Samudio, Gabriel Gar-c¡a M rquez, µlvarez Gardeaz bal, Fernando Soto Aparicio, Carlos H Pareja, Fernando Vallejo, Alonso