Al Senyor Clorofil·la le brotan helechos en la cabeza. Aunque no tiene raíces, es una especie casi vegetal con corazón de alcachofa. Se alimenta de semillas que deshace en la boca como si fueran caramelos que germinan inesperadamente donde quieren. Si se siente amenazado, le crecen espinas para defenderse. No le importa si llueve, nieva, hace viento o quema el sol, el señor Clorofila muda constantemente y se adapta a todos los cielos. Cuando ríe es que las hormigas que andan por su césped le hacen cosquillas en la barriga.