Octubre de 1936. La ciudad de Cádiz ha quedado en la retaguardia de la guerra. En una iglesia, las nuevas autoridades sublevadas se hanpropuesto recristianizar al enemigo derrotado tras los añosrepublicanos. Para ello han organizado el bautizo de los hijos decuatro rojos recientemente ejecutados por el bando vencedor. Elloscreen que es su obligación y están convencidos de que es una buenaacción Seréis bautizados es una desgarrada mirada sobre un episodioreal. Tan real, tan cercano, pese al tiempo transcurrido, quesobrecoge en su desnuda hondura. Un relato sincero y directo en el que los nombres, los hechos, el dolor y la crueldad quedan expuestos contoda su crudeza, sin ambigüedades ni la falsa máscara de la ficción.