La p‚rdida es la p‚rdidaTras la marcha de un hijo, pesa mucho la ausencia en la que desemboca la p‚rdida. La balanza est desequilibrada hacia un lado, aumentando su peso con los interminables ®¨por qu‚?¯Cuando decidimos buscar? empezamos a encontrar, y ah¡ es donde empiezan a aparecer esas se¤ales que nos est n mandando pero que hasta ahora no ‚ramos capaces de reconocer y valorar.Gracias a estas se¤ales empezamos a rellenar el otro platillo de la balanza, evidenciando y aceptando la presencia al darnos cuenta de que nuestros hijos no solo est n vivos, sino que adem s?.SIGUEN A NUESTRO LADO