SINTIENDO EL SENTIDO

SINTIENDO EL SENTIDO

Editorial:
BÁLTICA
Año de edición:
Materia
BIOGRAFÍAS
ISBN:
978-84-947227-2-1
Páginas:
256
Encuadernación:
Rústica
Disponibilidad:
Disponible en 5 días

20,95 €

Marek Adamik, el autor de este libro, es un consagrado dibujante que vive por y para su trabajo hasta que un día le diagnostican una enfermedad incurable. Su primera reacción es replantearse el sentido de su vida; debe cambiar sus prioridades, empezar a cuidarse, buscar una terapia que le permita paliar los síntomas de su enfermedad. Pero entre ansiedades, miedos y pesadillas, Marek empieza a descubrir que no debe encontrar el sentido sino sentirlo. La naturaleza, el juego, los recuerdos infantiles, la amistad, el amor son esenciales en esta búsqueda. Y también la palabra y el dibujo, que en este libro se conjugan para ofrecernos una bella y profunda reflexión sobre la salud y la enfermedad.
Sintiendo el sentido, de Marek Adamik, es, en mi opinión, un libro extraordinario. El autor ha conseguido transformar, literariamente, la dolorosa experiencia de su enfermedad incurable en algo universal y ajeno al sentimentalismo, y lo ha hecho además de forma muy personal y original. Su narración casi periodística va adquiriendo una dimensión simbólica: las dificultades y miedos cotidianos se convierten en pesadillas; y a cada palabra, a cada línea, la tensión aumenta. El libro en su conjunto - su diseño, sus ilustraciones…- forma una peculiar obra de arte, un auténtico artefacto artístico.
Agnieszka Holland
Directora de cine
Sobre el autor
Marek Adamik (1975-2018) nació en Praga y estudió artes gráficas en la Academia de Bellas Artes de Varsovia. Trabajó de ilustrador, diseñador y pintor, y realizó más de mil ilustraciones y portadas para las publicaciones polacas más importantes. Recibió numerosos premios por su labor como dibujante. También fue un gran amante de la naturaleza y de los pájaros. Su compromiso con la protección del medio ambiente lo llevó a tomar parte activa en la defensa del bosque virgen de Bialowieza. Falleció en los montes Tatra, mientras buscaba la libertad y la amplitud de espacio que tanto anhelaba.