Desde que aparecieron las primeras formas de vida en la Tierra hasta nuestros días, la naturaleza ha demostrado ser un ejemplo de evolución y resiliencia. Animales, plantas y todo tipo de organismos han desarrollado asombrosas capacidades para sobrevivir a los cambios ambientales, las enfermedades, los ataques de depredadores, la competencia con otras especies por los recursos o la acción del ser humano.