El título Tabaquería, además del homenajea Fernando Pessoa, encierra una clave más para comprender el yo lírico del poemario que se debate entre lo que ve por la ventana y lo que ocurre en su interior. Así, Barrado presenta al lector su mirada del mundo, entrelazando la complejidad del mundo con el desasosiego íntimo. Los sueños y audaces imágenes dulcifican su discurso y permiten al lector permanecer en un debate interno desprovisto de dramatismo, pero no exento de profundidad.